Necesidad de simplificar la ortografia

La ortografia actual es muy compleja
Decia el filosofo y escritor Jose Antonio Marina en un articulo publicado en el diario español El Pais (06/11/2010) que «todos guardamos un recuerdo ingrato de la ortografia, porque la relacionamos con una normativa poco comprensible y dificil de aprender. En la escuela nos parecia un terreno minado, cuya unica finalidad era evaluar nuestros conocimientos [...]. Ese caracter evaluador es el que produjo inquina contra la ortografia en algunos movimientos pedagogicos, que la consideraban una mania de pijos culturales, que habia que expulsar de las aulas». La ortografia es tan compleja que incluso algunos reconocidos escritores no la entienden. Remito al lector al articulo titulado Discusiones ortograficas I y II de Javier Marias publicado en el periodico español El Pais (30/01/2011 y 06/02/2011).
A pesar de que la sencillez ortografica es un ideal hispanico, ya hemos visto en el capitulo anterior las dificultades que presenta la vigente Ortografia fundamentalmente referidas a las letras y a la acentuacion. ¿Por qué se venden tantos libros de dudas y dificultades ortograficas? Como hemos visto en el apartado 3.1, una sola letra puede representar varios fonemas y un fonema puede ser representado por varias letras. No existen normas orientadoras sencillas sobre el uso de las letras pues las muchas que hay son muy complicadas y con multiples excepciones, segun hemos visto en el apartado 3.1, y dan lugar a frecuentes confusiones entre escribir o no con h, con b o con v, con g o con j, con ll o con y, etc. Y los seseantes y los zeteantes tienen a la hora de escribir una importantisima confusion añadida entre las letras s, z o c, las cuales representan para ellos un mismo sonido. El sistema actual de ortografia dista mucho de ser fonologico (una sola letra para un solo fonema y viceversa).
Las reglas de acentuacion no son complicadas en si pero tienen muchas excepciones que las hacen complicadas como hemos visto en el apartado 3.2. Generalmente se admite que «la excepcion confirma la regla» pero cuando son muchas las excepciones la regla no es tal sino un fracaso pues pierde generalidad y por tanto su objetivo. La norma falla en el tratamiento de diptongos e hiatos porque la tilde esta sobrecargada al tener tambien encomendada la importante funcion de deshacer diptongos ademas de su funcion general para acentuar las palabras agudas, llanas y esdrujulas y de su funcion diacritica. Como veremos detalladamente en el apartado 5.6, todo diptongo acentuado tiene un hiato equivalente desde el punto de vista prosodico, es decir, un hiato que produce la misma sensacion sonora que el diptongo. Por ejemplo ´pia.no y pi.á.no suenan igual pero no pí.a.no. Por eso en el habla aquellos se confunden, hay amplias zonas en que se da mas el diptongo y otras en que se da mas el hiato. Esta circunstancia no puede contemplarse con el actual sis-tema de acentuacion, que por eso esta limitado.
Para «resolver» el problema de la acentuacion de diptongos e hiatos la OLE tira por el camino de enmedio y establece de manera artificial y alejada de la realidad que para que haya diptongo es necesario que al menos una vocal sea cerrada (u, i). En su cap II, § 3.4.2.1.1, como ya hemos visto anteriormente, al hablar de los diptongos dice que «con independencia de cómo se articulen realmente en cada caso, se consideran siempre diptongos a efectos ortograficos». Por contra en su § 3.4.2.3.1 habla de los hiatos y dice tambien que «con independencia de cómo se articulen realmente en cada caso concreto, se consideran siempre hiatos a efectos de acentuacion grafica». Es decir, la ortografia se separa, en contra de su propia esencia, de la pronunciacion.
Ya hemos visto tambien la importante excepcion a las reglas generales de la acentuacion de las palabras con hiatos formados por vocal abierta atona mas vocal cerrada tonica o viceversa, la cual tiene prioridad sobre las reglas generales. Por eso la lengua castellana esta plagada de palabras que no cumplen las reglas generales de acentuacion. Esto es lo que complica tremendamente el vigente sistema de acentuacion y hace que se pierda muchisimo tiempo aprendiendo ortografia, que podria dedicarse a otros saberes. Se calcula que un niño del centro o del norte de España dedica en su vida unas 600 horas a aprender ortografia, tiempo que resulta muy aumentado en un niño de America, del sur de España o de las islas Canarias debido a su seseo. Esta perdida de tiempo aprendiendo ortografia no esta justificada, por lo que hay que simplificarla.
Los usuarios de la lengua tienen graves problemas a la hora de poner correctamente las tildes y han de echar frecuentemente mano del diccionario porque ademas de tener que recordar las reglas generales de acentuacion han de saber qué es una vocal abierta y una cerrada y qué combinaciones de ellas son ortograficamente hiatos o diptongos. ¿Quién sabe con certeza si las siguientes palabras, por ejemplo, llevan tilde y en caso afirmativo en qué vocal: acabose, baul, bonsai, buho, cortesmente, forceps, gratuito, jesuita, poney? Reconozcamos que en algunas de ellas tenemos serias dudas. Ruego al lector que tome papel y lapiz y que sin diccionario ni ayuda externa ponga la tilde en estas palabras donde crea que corresponde. Mas adelante vemos la solucion.
He sometido estas 9 palabras a 130 personas con el ruego de que colocaran las tildes en el momento. Estas personas fueron elegidas entre las de mi entorno con la unica condicion de que tuvieran un cierto nivel cultural: abogados, medicos, enfermeros, veterinarios, arquitectos, ingenieros, sicologos, profesores de Instituto y de Universidad de asignaturas no linguisticas, informaticos, empleados de banca, oficinistas... Los resultados fueron los siguientes:

Nº de faltas           2          3          4            5          6         7
Nº de personas     7        23        51         35        12        2
Porcentajes (%)    5,4      17,7    39,2     26,9      9,2      1,5

Observemos que la mayoria de la gente cometio 4 o 5 faltas de acentuacion en tan solo 9 palabras. La media de faltas cometidas resulto ser de 4,2. La acentuacion correcta de estas palabras es la siguiente: acabose, baúl, bonsái, búho, cortésmente, fórceps, gratuito, jesuita, póney.
En el curso 1970-71 el profesor Jose Polo realizo un estudio con 500 estudiantes de primer curso de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Complutense de Madrid. Ante un texto de 35 palabras sueltas, escogidas con vistas a posibles errores, el grueso de los estudiantes cometio entre 15 y 24 faltas. Hablaba el profesor Polo de la degradacion ortografica de los alumnos españoles a pesar de los esfuerzos de las autoridades academicas por potenciar y facilitar el aprendizaje de la ortografia. Alertaba el profesor de que incluso las tesis doctorales estaban plagadas de errores ortograficos. Hoy dia el ordenador (computadora) ayuda algo pero no del todo porque los procesadores de textos ponen automaticamente las tildes pero atascan en las palabras que pueden llevar la tilde en varias de sus silabas (hábito, habito, habitó) y en la tilde diacritica (él/el, sí/si, qué/que...), que es cuando mas falta hacen en la escritura, porque para acentuarlas bien es necesario conocer su significado.
El catedratico Fernando Carratalá decia recientemente que «el caos ortografico que existe actualmente en el ambito escolar requiere una inmediata toma de conciencia exacta de la gravedad de un problema cuya solucion no es solo competencia de la autoridad educativa, pues debe atajarse con la decidida implicacion de todos los sectores sociales (alumnos, profesores, familia, medios de comunicacion...). Se ha repetido hasta la saciedad que los contenidos de la ortografia son, en buena parte, responsables del fracaso orto-grafico generalizado que afecta a un elevadisimo numero de escolares de los distintos niveles educativos, que escriben con una ortografia cada vez mas deficiente».
Americo Castro en su obra citada en la bibliografia dice que «las Facultades de Letras son fundamentalmente ágrafas. Se puede salir de ellas con el titulo de doctor escribiendo con los pies e incluso con faltas de ortografia». Hilda Basulto y Lidia Contreras en sus obras referenciadas en la bibliografia hablan de las carencias ortograficas de los alumnos argentinos y chilenos respectivamente. Dice Lidia Contreras que «la rebeldia que muestra la juventud ante la ortografia es la misma que manifiesta contra todas las normas vigentes».
En el mes de noviembre de 2000 saltó a la luz publica la noticia de que los alumnos que acaban la enseñanza secundaria no son capaces de escribir 28 palabras seguidas sin cometer faltas de ortografia. Los alumnos llegan a la Universidad sin saberla, siendo mas de la mitad de las faltas debida a los acentos. Decia Ramon Carnicer que «la mayoria de los españoles se comporta de manera muy anarquica en cuanto al uso del acento y que esta anarquia esta respaldada por la escasa atencion que se le presta en todos los grados de enseñanza, por lo que la acentuacion resulta cosa subalterna».
Tanta falta de ortografia demuestra que las reglas son muy complejas y dificiles de aprender y de poner en practica por los no especialistas del lenguaje e incluso por personas con una gran preparacion intelectual. Muchos de los grandes autores no saben acentuar, labor encomendada a los correctores de las editoriales. La acentuacion es una cosa secundaria para muchos escritores profesionales. Tanta falta significa que los hablantes rechazan la norma de la lengua. «Una vez impuesta la norma, la gente pone las faltas de ortografia que quiere», como resaltaba el escritor Francisco Ayala en la revista Cambio 16. La ortografia oficial es tan compleja e imperfecta que la RAE ha ido variandola en todas sus sucesivas normas ortograficas.
Ademas de ser complicadas, las reglas de acentuacion han creado problemas adicionales. El sistema de acentuacion de nuestra lengua, concebido con noble fin, esta siendo contraproducente como hemos visto en el apartado 3.2. El actual sistema, lejos de ayudar, supone un inconveniente para los extranjeros que aprenden español porque han de aprender ademas las enredosas reglas de acentuacion, con sus muchas excepciones, y saber cuándo una pareja vocalica es «ortograficamente» un diptongo o un hiato, independientemente de cómo se pronuncie. Y es que cada vez que un extranjero aprende la pronunciacion de una palabra, ya no es necesaria la tilde para indicarla (salvo solo unas pocas que sí son necesarias, como mas adelante veremos en el apar-tado 6.3).
Se hace, pues, necesario simplificar y flexibilizar nuestra lengua escrita liberandola de todos aquellos aditamentos que no sean utiles, suprimiendo sus incoherencias y sus normas arbitrarias. Es posible simplificar la ortografia sin merma de sus funciones. La generacion actual y las proximas inmediatas no deben ser egoistas y deben permitir un pequeño cambio ortografico que, si bien les sera algo molesto, facilitará la vida de todas las generaciones futuras. Las ventajas de la simplificacion ortografica superan con creces a sus inconvenientes.

La ortografia no se respeta
Se cometen muchas faltas de letras y de acentuacion y puntuacion en todo tipo de escritos (particulares, profesionales, en carteles publicitarios...), bien por desconocimiento de las reglas o porque no se les hace caso. La colocacion de las tildes supone una dificultad añadida no solo a la hora de escribir sino paradojicamente tambien a veces a la hora de leer (cuando su funcion es precisamente facilitar la lectura) porque ante una falta de acentuacion el lector debe hacer un doble esfuerzo: rechazar lo que lee y poner de su parte lo correcto. Cuando se redacta un escrito se pierde mucho tiempo comprobando que las tildes y comas esten bien colocadas.
El escritor Juan Jose Millás dice que «es sabido que en internet se escribe mal. Eso es real. Cosas que en un periodico causarian escandalo, como las faltas de ortografia y de sintaxis, se convierten en normales». Segun un estudio de The Phone House todos los jovenes de España usan el lenguaje sms en los mensajes a traves del telefono celular (movil). La escritora Fatima Fernandez ha analizado la transcripcion fonetica apocopada o sintetica usada en los sms y los chats y concluye que es muy peligrosa para los jovenes que se estan formando pues esta etapa coincide con su aprendizaje de la ortografia. Hay total ausencia de tildes (la tilde es una traba para escribir las direcciones de internet y de correo electro-nico) y de signos de puntuacion, se confunden b y v, j y g, ponen k en vez de q , y en vez de ll y omiten la h. Con este proceder los jovenes, que ocuparán nuestro lugar dentro de poco, nos estan pidiendo a gritos y de una manera natural cómo debe ser la ortografia. Y esta ortografia que piden de manera inconsciente, espontanea y no acordada es en cierto modo parecida a la que yo propongo basicamente en este libro, excepcion hecha de abreviar casi todas las palabras. Quizas haya que esperar una generacion para que algunos de estos jovenes, que tan bien manejan hoy el lenguaje sms y que entonces seran academicos, inicien la tan esperada y necesaria reforma ortografica. Podemos decir, pues, que el lenguaje sms es el verdadero caldo de cultivo que ineludiblemente llevará a esta reforma.
Un caso celebre de incumplimiento ortografico se vino dando en el periodico español EL PAÍS (con tilde en la I), que estuvo 31 años, desde su creacion en 1976 hasta 2007, escribiendo su nombre en la cabecera sin la tilde obligatoria, cometiendo asi una falta de ortografia pues la RAE a lo largo de su historia nunca ha permitido que las palabras escritas con letras mayusculas no lleven la tilde cuando deban llevarla.
Otro caso de grave incumplimiento ortografico se esta dando actualmente en España en el DNI (Documento Nacional de Identidad) pues todas las tildes brillan por su ausencia. El propio Estado español ¡desprecia la ortografia!

Faltas ortograficas en la Universidad
No solo los alumnos tienen faltas de ortografia sino tambien los profesores y la propia Universidad. Habria que suspender a muchos profesores por su mala ortografia.
Es digno de mencion el caso que me ocurrio a mi en mi epoca de estudiante de Filologia Hispanica en una Universidad española porque tanto los impresos de examen como las papeletas de calificacion y los sellos empleados para el timbrado de las hojas contenian faltas de ortografia (!). Con el fin de que se pusiera remedio a esa sinrazon entregué un escrito a uno de los profesores, algunos de cuyos parrafos transcribo literalmente a continuacion:

«Estimado profesor:
Como especialista en ortografia que es usted quiero poner en su conocimiento algunas observaciones al respecto. En las guias de las correspondientes asignaturas se insiste machaconamente en la necesidad que tenemos los alumnos de tener buena ortografia, incluso se llega a amenazarnos con rebajar nuestra puntuacion si aquella no es buena.
Con respecto a la acentuacion he de decirle que pienso que el actual sistema que tenemos es incoherente y, como dijo Garcia Marquez en Zacatecas, carece de toda logica. Por eso yo, como puede comprobar, casi no pongo tildes, no uso las contrastivas pues son superfluas, tan solo empleo las distintivas y las diacriticas y unicamente cuando hay riesgo de anfibologia, en el resto de los casos no hacen falta.
Acabo de recibir la calificacion de la asignatura de Fonetica y Fonologia de la Lengua Española cuya fotocopia adjunto. Se puede ver que de unas 60 palabras de que consta la papeleta hay ¡10 faltas de ortografia! Si en un documento oficial de la Universidad española (y ademas nada menos que de una Facultad de Filologia Hispanica) se pasa olimpicamente de los acentos ¿por qué he de usarlos yo, modesto alumno, y no puedo seguir el ejemplo de la autoridad academica?
No entiendo por qué a los alumnos se nos tiene que exigir buena acentuacion, estando claro como está que no sirve para nada. Me remito al uso oficial que la Universidad hace de ella. Por eso he decidido que, en el resto de examenes que me quedan de todas las asignaturas de los cursos que me quedan, no voy a poner las tildes.
Cordialmente,
Juan Gualda
Alumno de Filologia Hispanica»

El profesor me contesto enviandome un escrito lleno de sabiduria y buenos consejos, que agradeci profundamente, en el que concluia diciendome que trasladaba mi escrito a las autoridades academicas: vicerrector, decano y secretario.
Esto ocurrio nada menos que en una Facultad de Filologia Hispanica, cuya funcion es precisamente la enseñanza de la lengua. En el resto de Facultades y Escuelas tecnicas de esta y de otras Universidades dedicadas a campos ajenos a la linguistica el numero de faltas de ortografia es similar, todas ellas igualmente indisculpables.


Necesidad de cambio
Hemos visto que la vigente ortografia es muy compleja y que no se respeta. Se cometen muchas faltas de ortografia y es frecuente la contravencion de la norma incluso en el uso culto. Dice Martinez de Sousa que «las faltas de ortografia no son mas que la demostracion de que las normas por que se rige el lenguaje son muchas y dificiles de tener en la mente a la hora de poner por escrito lo que pensamos».
Como hemos visto en el apartado 4.1, se pierde muchisimo tiempo aprendiendo ortografia, que podria dedicarse a otros saberes. Las faltas de ortografia ponen en evidencia cultural al que las comete y son un factor de discriminacion social. Unamuno escribio que «la lengua hablada es del pueblo (noble y soberano) y la lengua escrita, con sus absurdas normas academicas, es del poder (la buena sociedad y los ricos)».
En el § 2.7 de su introduccion dice la OLE que «la simplificacion del sistema ortografico permitiria destinar muchas de las horas dedicadas hoy a la enseñanza de la ortografia a practicar otras destrezas encaminadas a mejorar la expresion oral y escrita de los estudiantes, facilitaria el aprendizaje de la lengua escrita a los alumnos extranjeros y rebajaria notablemente el esfuerzo necesario para superar una barrera social que afecta sobre todo a las clases menos favorecidas».
La educacion es fundamental para el desarrollo de los pueblos y la base es saber leer y escribir bien. Se estima que hay mas de 30 millones de analfabetos hispanohablantes. Dice Ricardo Soca que «el mayor enemigo del idioma en Lati-noamérica es la pobreza, que veda a los hablantes el acceso a la cultura». Por eso hay que simplificar la ortografia para que sea mas facil de aprender. La lengua se aprende en la familia, la ortografia en la escuela. Hay que establecer un sistema mas simple y racional que no induzca al error. Decia el eminente academico Julio Casares que «cuando una ley puede ser involuntariamente infringida por quien pone todo su conato en acatarla, la culpa no es del infractor sino de la ley». Por consi-guiente el que la gente cometa faltas de ortografia no es su culpa sino de las academias.
Dice la profesora chilena Marcela Oyanedél, defensora de las propuestas de Andres Bello, que «nuestro sistema ortografico posee incoherencias, inconsecuencias y a veces contradicciones. Una serie de medidas para simplificar y dar coherencia al sistema, con el fin de hacerlo mas comprensible y transparente, seria de gran utilidad». Y el insigne linguista y academico de la chilena Ambrosio Rabanales añade que «no puedo por menos que sentir la necesidad imperiosa y viable de racionalizar el sistema ortografico en lo que haga falta...».
Hay que simplificar la ortografia dotandola de una estructura racional con unas normas sencillas que no tengan excepciones ni casos particulares. Quizas los mayores enemigos de la evolucion de la lengua sean los puristas, que la ven como algo estatico y ya perfecto, sin caer en la cuenta de que todo es perfectible. Los ultraconservadores de la lengua le hacen un flaco favor creyendo que con su rigidez y escrupulosidad extremas la estan favoreciendo. No obstante y a pesar de ellos nuestro bello idioma sigue evolucionando conservando sus raices esenciales y adaptandose al uso de la vasta y heterogenea comunidad de hispanohablantes. Fer-nando Lazaro Carreter dijo que «una lengua que no cambiára solo podria hablarse en los cementerios».
Es necesaria una nueva ortografia mas universal que elimine las faltas al escribir. Ademas la tilde constriñe mucho la pronunciacion y no da libertad de pronunciacion a amplias comunidades. Sin ella habria mayor riqueza prosodica sin riesgo de perder la unidad. La simplificacion de la ortografia va a facilitar mucho el aprendizaje de la lengua, va a contribuir a una mayor difusion del español en el mundo y a mantener la unidad de la lengua.
El escritor y periodista Andres Oppenheimer dice que «el intento por eliminar los acentos deberia ser mas que bienvenido: en la era de internet y de los mensajes de texto, donde casi nadie usa las tildes, estas ultimas se estan convirtiendo, cada vez, en mas obsoletas».
Como hemos visto en capitulos anteriores, ha habido mu-chas propuestas de reforma ortografica mereciendo destacar las de Gonzalo Correas, Andres Bello y Juan Garcia del Rio, Julio Casares, Jose Martinez de Sousa y Jesus Mosterin.
La propuesta de una nueva ortografia me fue inspirada tras la publicacion de la Ortografia de la lengua española en el verano de 1999, la cual eximia el uso de algunas tildes diacriticas cuando no existe riesgo de ambiguedad. Estos nuevos y timidos aires de libertad propiciados por las academias me dieron alas para extrapolar ese espiritu al cuerpo general de la acentuacion.
En el numero de febrero de 2003 de la revista adistancia de la UNED (Universidad Nacional de Educacion a Distancia de España) publiqué un articulo exponiendo el nuevo sistema de acentuacion que propongo en este libro. Es interesante el comentario publicado en esa revista que de él hizo la novelista Lourdes Ventura, del que extraigo las siguientes frases (le he suprimido las tildes segun mi propuesta acentual):

«Diremos que, desde el momento en que la gramatica se hace flexible, se constituye como generoso instrumento de exploracion, se vincula a la percepcion del mundo del narrador, cumple su funcion de transformar el peso de la constriccion en la ligereza de la libertad y la vivacidad del estilo.
La potencialidad implicita en la pulverizacion o el enriquecimiento de la gramatica puede surgir por exceso o por defecto. En Borges, el escritor que mayor enfasis ha dado en nuestra lengua a la funcion prosodica de las pausas, la puntuacion no es solo enfatica y explicita, sino que se erige en elemento sustancial de su literatura. Juan Ramon Jimenez, sin embargo, edifico su poesia sobre la relatividad de las reglas ortograficas. Podriamos decir que no habra creacion literaria si no se afrontan en el proceso de la escritura las tensiones entre tradicion y transgresion. La ingenieria literaria pasa por quebrar los preceptos caducos («matar a los padres»), vinculados a las formas del pasado, y desarmar las cons-trucciones existentes para levantarlas de manera diferente con nueva vitalidad y brio.
Por tanto, las propuestas provocadoras y provocativas como la de Garcia Marquez en Zacatecas, y la de Juan Andres Gualda Gil de simplificar la ortografia, las encuentro no solo necesarias, sino refrescantes. Como brillantemente argumenta el profesor Gualda, muchas de estas sugerencias de evolucion que hoy son piedra de escandalo, con el paso del tiempo seran asumidas con naturalidad por la lengua española, con una larga historia de cambios y reformas».
Las academias deben adaptar la norma a la pronunciacion y al uso y simplificar racionalmente la ortografia, sin prisa pero sin pausa, para hacerla lo mas fonologica posible, evitar tantos problemas y facilitar la vida a los usuarios de la lengua escrita. La escritura no tiene por qué dar mas informacion que el habla. Si lo hace, bienvenida sea pero no a costa de crear conflictos y nuevos problemas como hace el sistema orto-grafico actual.
Gabriel Garcia Marquez dijo aquello de «jubilemos la ortografia, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de limites entre la g y la j, y pongamos mas uso de razon en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundir revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra b de burro y nuestra v de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?». Estas logicas y sensatas propuestas fueron formuladas de una manera suelta, sin una base linguistica que ahora les proporciona el nuevo sistema ortografico planteado en este libro.
Las peticiones de reforma son constantes y muy vivas en America y cada vez las sesiones conjuntas de las academias son mas turbulentas. A la RAE le cuesta cada vez mas rebatir las justificadas propuestas americanas pues la OLE10, y todas las anteriores, estan basadas en el dialecto castellano del centro y norte de España, hablado tan solo por el 6,5% de hispanohablantes.
Las actuales reglas de ortografia se han ido modificando poco a poco a lo largo de los años, depurando sus inconvenientes pero tambien arrastrando fallos, ha sido una labor de optica corta. Podria decirse que se ha venido actuando tapando agujeros o poniendo parches. De igual manera que es necesario elevarse para comprobar que la Tierra es redonda, la ortografia es preciso verla de manera global bajo un angulo de vision amplio y sin tener en cuenta cómo ha venido evolucionando hasta hoy para poder elaborar un nuevo sistema racional libre de prejuicios.